domingo, 6 de julio de 2014

Ocho Primos

El libro Ocho Primos es absolutamente tierno. A diferencia de Una Chica  a
la Antigua y Mujercitas, los hombres son muy importantes en la historia. Tanto es así, que el que educa y mejora a la protagonista, no es una mujer (como en Mujercitas, con la mamá, y en Una Chica a la Antigua, con la abuelita y la casera) sino uno de los tíos, el imponderable Tío Alec, un soltero que tiene una capacidad maternal envidiable.
Los primos son, en orden de edad: Archie, Charlie, Mac, Esteban, Will, Geordie, Jamie. Rosa tiene más o menos la edad de Esteban, claro que la Louisa se hace un lío con los años tarde o temprano y lo pone a él menor que a ella. En la ilustración del libro que yo tengo, aparecen nueve primos, porque el pobre ilustrador fue mandado a dibujar sin haber leído el libro. Tiene que haberle dicho "oye, tú, dibújate ocho primos y a una niña en el medio". Como respuesta, hay un primo fantasma. Qué susto.
La dulce Rosa es la protagonista. Huñéfana desde hace poco, vive con sus tías pero no e feliz, así que el tío Alec, siguiendo la voluntad de su padre, viene a cuidarla.

Las tías son: Paz, Abundancia, Juana, Clara y Jessie. La que Rosa quiere más es Jessie, y de buena gana hubiera vivido con ella, pero se encantó con su tío Alec.
Me estoy adelantando. Cuando Alec conoce a Rosa, esta es una criatura dulce pero debilucha, tímida pero de buen corazón. Eso la redime, porque a pesar de haber perdido hace poco a sus padres, de todas formas se siente en la necesitad de cuidar a Phebe, una chica de quince años que trabaja en la casa como sirvienta y a pesar de no tener familia, es alegre como un pajarito.
Con los primos se le hace más difícil, pues les tiene harto miedo al principio. Sin embargo, hace de tripas corazón y poco a poco se convierte en alguien imprescindible para ellos. Logra que dejen algunos pequeños vicios, que mejoren aún más sus modales, y se contagia de la alegría de vivir de todos ellos.
Sin embargo, como no es perfecta, cae en un pequeño vicio, según la autora: la vanidad. Comete el TERRIBLE PECADO de agujerearse las orejas. Lo que hoy es normal, esperable y hasta tradicional, en ese tiempo era casi aberración. A la pobre prácticamente se la comieron viva. Y después, cuando le permitieron usar sus aros, tuvo que dejarlos para que sus primos mayores dejaran de fumar. Uf.

También el tío Alec educó a Rosa, de una manera poco convencional. La llevó a un barco a conocer a un Chino de verdad. A primera vista parece puro estereotipo, sino fuera porque, aparte del chino clásico que conoce ahí, hay otro chino que habla perfectamente el inglés y lleva un traje occidental.
Una de las cosas trágicas en la vida de esta familia: Mac, uno de los primos mayores, el devoralibros, el nerd, cae víctima de una extraña enfermedad sin nombre que le impide ver. Eso es por culpa de haber leído en la oscuridad o a pleno sol. Rosa es la que lo ayuda en su terrible problema.
Entonces sucede algo que me molestaba una enormidad cuando niña: en algún momento, Rosa les dice a los primos que estudien con Mac, porque ellos son hombres y lo pueden ayudar con Griego y Latín, ya que ella al ser una mujer no estudia esas cosas. ¡Lo encontraba tan machista! Ahora entiendo que Rosa se limitaba a exponer un hecho, y quizás la autora deseaba que las niñas lectoras sintiéramos esa misma rabia que yo sentí, al pensar ne lo injusto que algunos seres humanos pudiesen estudiar lo que desearan, y otros no.
Mac, Rosa y el tío Alec van de vacaciones a una extraña casa. Extraña para mí, pues es una familia que los acepta como visitantes, o como veraneantes, nunca me quedó claro. La pasan de lo mejor, y eso ayuda un buen poco a Mac.
Después Rosa comienza a aprender labores de la casa y de la costura con sus tías. Además, se aloja un mes con cada sub-familia, por llamarlo de alguna manera. Ah, grupo familiar. La idea es que después ella elija con quién quiere pasar el resto de la vida.
Antes, pasa algo que en mi libro de Ediciones Occidente no sucede: Rosa tiene una enfermedad grave. Lo leí, o más bien vi el dibujo, en la edición de Proyecto Gutenberg. Trataré de conseguirme una mejor edición. Luisa merece eso.
Y bien: la historia termina con Rosa quedándose con su tío Alec, pues siente que él la necesita tanto como ella a él. Adoptarán a Rosa y le darán un hogar. Chan chan.
La continuación es "Rosa en Flor", o "La Juventud de los ocho primos", como dice mi libro de la editorial Zig Zag. Abreviado, por supuesto. Debo encontrar algo mejor.