viernes, 22 de mayo de 2015

Jack y Jill

Jack y Jill, al parecer, es muy, muy usado como rima en los países de habla inglesa, algo así como "Pedro, Juan y Diego" para nosotros. Claro, yo no lo sabía, y cuando oía de "Jack y Jill" daba por sentado que debía referirse, aunque fuera de pasada, a este libro de la Alcott. Y no, siempre fue que se referían a la rima infantil inglesa.
Hasta la Louisa se basó en la rima infantil inglesa, que habla de un chiquillo que se sacó la mugre y media, junto a su amiga Jill.
Ese es todo el argumento, que ellos se accidentan, Jill queda peor que Jack, convalecen juntos, y gracias a los amigos y a sus madres salen adelante. Pasan la Navidad, el año escolar, las vacaciones, y al comenzar un nuevo año, la madre de Jack, la señora Minot, decide que ella ahora los educará en casa. La que se hará cargo de las tareas del hogar será la señora Pecq, la madre de Jill.
Lo interesante es que ambas son viudas, y jamás en la vida se supo de qué vivían. La madre de Jill era pobre, claro, pero le alcanzaba para enviar a Jill a la escuela y no pasar hambre, mientras que se supone que Jack y su familia eran adinerados.
Y no necesitan a ningún hombre para sacar adelante a sus hijas.
Este es el segundo libro en el que me di cuenta de que Louisa tiende a dejar a alguna de sus personajes solterísima y feliz: en este caso, es Molly Loo, que se convierte en una mujer independiente que se hace cargo de su hermano Boo. Ambos eran huérfanos de madre y sufren la indiferencia amable del padre. También se incorpora a la educación en casa de la mamá de Jack.
Las que se casan son las otras, Jill con Jack y la otra amiga, Merry, hija de un granjero y terriblemente snob (una Amy cualquiera) con Ralph, un futuro artista.
El libro que llegó a mis manos es de la editorial Zig Zag. Dudo que encuentre otro mejor (ese libro ya no está de moda) y le faltaba el final. Siempre me di cuenta de que es medio abrupto que lo hayan dejado cuando Ralph dice que algún día hará algo que lo enorgullecerá, y es verdad, porque sigue esto (lo supe gracias al famoso proyecto Gutenberg, bendito sea)
Here we will say good-by to these girls and boys of ours as they sit together in the sunshine talking over a year that was to be for ever memorable to them, not because of any very remarkable events, but because they were just beginning to look about them as they stepped out of childhood into youth, and some of the experiences of the past months had set them to thinking, taught them to see the use and beauty of the small duties, joys, and sorrows which make up our lives, and inspired them to resolve that the coming year should be braver and brighter than the last.
There are many such boys and girls, full of high hopes, lovely possibilities, and earnest plans, pausing a moment before they push their little boats from the safe shore. Let those who launch them see to it that they have good health to man the oars, good education for ballast, and good principles as pilots to guide them as they voyage down an ever-widening river to the sea.

Traducción libre y horrible: Aquí diremos adiós a nuestras chicas y chicos, mientras hablan en el atardecer sobre un año que siempre recordarán, no porque haya pasado algo demasiado especial, sino porque fue el año en que dejaron atrás la niñez para internarse en la juventud, y algunas experiencias de los pasados meses los ayudaron a pensar, les enseñaron a ver la utilidad y la belleza de los pequeños deberes, alegrías y tristezas que conforman nuestras vidas, y los inspiran a desear que el próximo año será mejor que el anterior.
Hay tantos niños y niñas de esos, llenos de grandes esperanzas, encantadoras posibilidades, y serios planes, deteniéndose un momento antes de arrimar su barca a buen puerto.Esperemos que quienes los eduquen cuiden su salud, su educación, y sus principios morales, que deben guiarlos en su viaje por la vida.
Me gusta mucho este libro. Es de esos que leo porque sí, porque me hacen feliz. Y nadie más lo conoce. O sea, casi nadie. 

domingo, 17 de mayo de 2015

Rosa en Flor

Rosa en Flor (o la Juventud de los Ocho Primos) es uno de los libros que mi amada Louisa hizo para ganar plata. Así de sencillo. Pero tiene la cualidad de todo lo suyo (o quizás sea que yo la amo y la encuentro perfecta).
Comienza cuando Rosa, el tío Alec y Phebe vuelven de un larguísimo viaje. Los reciben los primos, y surgen los romances. Phebe y Archie, el mayor de los primos, se enamoran casi de inmediato, pero su romance no resulta bien porque la familia se opone, no claramente, pero dan a entender que la unión entre la criadita sin familia y el joven potentado no le hará bien a ninguno de ellos. Así que Phebe, que es orgullosa, talentosa y libre, se marcha para labrarse un lugar en el mundo de la música (ya que es una gran cantante que solo necesita fama y dinero) y se da el gusto de verse a escondidas con Archie.
Por su parte, Rosa se sumerge por unas semanas en un mundo de socialité, solo para darse cuenta de que no es lo suyo. En el torbellino de fiestas, la acompaña su primo Charlie el príncipe (¡primo! ¡Guac!) y hay cierta atracción entre ellos, lo que es aprobado por la familia porque:
-La fortuna de Rosa quedará en la familia.
-Rosa seguirá en la familia
-Rosa es una buena influencia para Charlie.
Sin embargo, el tío Alec tiene la esperanza de que su sobrino Mac, el comelibros, el Gusano, sea el elegido por Rosa. Este es cero en conducta social, muy sincero, alejado de convencionalismos y un desastre en cuanto a apariencia se refiere, pues no se saca partido. Eso sí, cuando se arregla queda absolutamente regio, pero no puede competir con el encanto de Charlie y la idea de Rosa de que es idéntico a su tío Alec (lo que no le gusta mucho a Mac).
Charlie arruina su relación con Rosa (o más bien, la naciente relación) pues es un alcohólico perdido. Absolutamente perdido y muere de forma terrible.
Mac, por su parte, se aleja de ella y en otra ciudad se dedica a estudiar medicina y a componer poesía. Se hace famoso, y al igual que Phebe, llena de orgullo a la familia,
En algún momento antes de la fama, Mac y Rosa tuvieron un acercamiento y ella de a poco comenzó a enamorarse de él, cuando le muestra su lado juguetón y humano. Por su parte, Mac la ama desde hace tiempo, pues Rosa, después de abandonar la vida de socialité, se dedicó a hacer el bien y a cuidar mujeres y niños en desgracia.
Mac se muestra apasionado con ella en una despedida, y esa parte es la que más me gustaba cuando niña, cuando Rosa pensaba que no era un capricho de genio
, sino que era amor. ¡Qué tierno!
El amor entre los primos parece listo listo, pero surge un problema: el tío Alec enferma gravemente, parece que va a morir, pero Phebe aparece y lo salva de milagro. Est´`an todos tan felices que se sienten honrados de que ahora ella se case con Archie (el tío Alec, que aparentemente estuvo enamorado de ella, también bendice  la unión).
Se casan Archie y Phebe, Mac y Rosa, y Steve con su noviecita de diecisiete años cuyo nombre ni recuerdo.
(Hay un enredo magnífico con las edades de Steve y Rosa. En el libro anterior, se da a entender que Rosa es menor que Steve, pero ahora resulta que Steve es menor. Louisa tiende a mandar a la porra las edades de sus personajes)
Esta es la horrible-horrible edición que yo tengo. Trataré de conseguir otra.

Igual me cuesta encontrar ideas feministas en esta novela. No es difícil en "Una chica a la antigua", pues es ese libro se muestra a Polly como mujer independiente, que se gana la vida feliz, tiene amigas solteras que son capaces de arreglárselas con sus propias uñas, y si se casa es porque decide hacerlo, y no es con un hombre que la vaya a solventar económicamente, sino con un pobretón inútil que trabajará codo a codo con ella. En cambio, acá, Phebe deja su carrera para casarse, Rosa nunca tuvo carrera, y aunque son adoradas por sus amores, siguen siendo paradigma de la mujer de su tiempo: sometida al marido (aunque sea por elección). Quizás esa sea la idea: si quieres someterte, que sea tu elección y no la de tus familiares.

domingo, 6 de julio de 2014

Ocho Primos

El libro Ocho Primos es absolutamente tierno. A diferencia de Una Chica  a
la Antigua y Mujercitas, los hombres son muy importantes en la historia. Tanto es así, que el que educa y mejora a la protagonista, no es una mujer (como en Mujercitas, con la mamá, y en Una Chica a la Antigua, con la abuelita y la casera) sino uno de los tíos, el imponderable Tío Alec, un soltero que tiene una capacidad maternal envidiable.
Los primos son, en orden de edad: Archie, Charlie, Mac, Esteban, Will, Geordie, Jamie. Rosa tiene más o menos la edad de Esteban, claro que la Louisa se hace un lío con los años tarde o temprano y lo pone a él menor que a ella. En la ilustración del libro que yo tengo, aparecen nueve primos, porque el pobre ilustrador fue mandado a dibujar sin haber leído el libro. Tiene que haberle dicho "oye, tú, dibújate ocho primos y a una niña en el medio". Como respuesta, hay un primo fantasma. Qué susto.
La dulce Rosa es la protagonista. Huñéfana desde hace poco, vive con sus tías pero no e feliz, así que el tío Alec, siguiendo la voluntad de su padre, viene a cuidarla.

Las tías son: Paz, Abundancia, Juana, Clara y Jessie. La que Rosa quiere más es Jessie, y de buena gana hubiera vivido con ella, pero se encantó con su tío Alec.
Me estoy adelantando. Cuando Alec conoce a Rosa, esta es una criatura dulce pero debilucha, tímida pero de buen corazón. Eso la redime, porque a pesar de haber perdido hace poco a sus padres, de todas formas se siente en la necesitad de cuidar a Phebe, una chica de quince años que trabaja en la casa como sirvienta y a pesar de no tener familia, es alegre como un pajarito.
Con los primos se le hace más difícil, pues les tiene harto miedo al principio. Sin embargo, hace de tripas corazón y poco a poco se convierte en alguien imprescindible para ellos. Logra que dejen algunos pequeños vicios, que mejoren aún más sus modales, y se contagia de la alegría de vivir de todos ellos.
Sin embargo, como no es perfecta, cae en un pequeño vicio, según la autora: la vanidad. Comete el TERRIBLE PECADO de agujerearse las orejas. Lo que hoy es normal, esperable y hasta tradicional, en ese tiempo era casi aberración. A la pobre prácticamente se la comieron viva. Y después, cuando le permitieron usar sus aros, tuvo que dejarlos para que sus primos mayores dejaran de fumar. Uf.

También el tío Alec educó a Rosa, de una manera poco convencional. La llevó a un barco a conocer a un Chino de verdad. A primera vista parece puro estereotipo, sino fuera porque, aparte del chino clásico que conoce ahí, hay otro chino que habla perfectamente el inglés y lleva un traje occidental.
Una de las cosas trágicas en la vida de esta familia: Mac, uno de los primos mayores, el devoralibros, el nerd, cae víctima de una extraña enfermedad sin nombre que le impide ver. Eso es por culpa de haber leído en la oscuridad o a pleno sol. Rosa es la que lo ayuda en su terrible problema.
Entonces sucede algo que me molestaba una enormidad cuando niña: en algún momento, Rosa les dice a los primos que estudien con Mac, porque ellos son hombres y lo pueden ayudar con Griego y Latín, ya que ella al ser una mujer no estudia esas cosas. ¡Lo encontraba tan machista! Ahora entiendo que Rosa se limitaba a exponer un hecho, y quizás la autora deseaba que las niñas lectoras sintiéramos esa misma rabia que yo sentí, al pensar ne lo injusto que algunos seres humanos pudiesen estudiar lo que desearan, y otros no.
Mac, Rosa y el tío Alec van de vacaciones a una extraña casa. Extraña para mí, pues es una familia que los acepta como visitantes, o como veraneantes, nunca me quedó claro. La pasan de lo mejor, y eso ayuda un buen poco a Mac.
Después Rosa comienza a aprender labores de la casa y de la costura con sus tías. Además, se aloja un mes con cada sub-familia, por llamarlo de alguna manera. Ah, grupo familiar. La idea es que después ella elija con quién quiere pasar el resto de la vida.
Antes, pasa algo que en mi libro de Ediciones Occidente no sucede: Rosa tiene una enfermedad grave. Lo leí, o más bien vi el dibujo, en la edición de Proyecto Gutenberg. Trataré de conseguirme una mejor edición. Luisa merece eso.
Y bien: la historia termina con Rosa quedándose con su tío Alec, pues siente que él la necesita tanto como ella a él. Adoptarán a Rosa y le darán un hogar. Chan chan.
La continuación es "Rosa en Flor", o "La Juventud de los ocho primos", como dice mi libro de la editorial Zig Zag. Abreviado, por supuesto. Debo encontrar algo mejor.

lunes, 2 de junio de 2014

Una chica a la antigua se enamora

¡Me encanta este libro! Me lo robe lo rescaté del mismo lugar que "Una chica  a la Antigua", y por supuesto que es de la misma editorial.
Por lo que he averiguado, en Estados Unidos publicaron este libro junto al anterior. De hecho, la versión del Proyecto Gutenberg los tiene unidos. Sin embargo, no sé lo que hacen con el prefacio de la segunda parte, donde la autora reafirma su intención al escribir el libro: mejorar a la "chica de la época en curso" que se avergüenza o ignora las buenas costumbres antiguas.
La acción transcurre seis años después de que Polly hubiese visitado por primera vez a los Shaw. La abuelita ya está muerta, por lo que parece hace poco tiempo, porque cuando Polly llega a la casa, abraza al señor Shaw, "en un tardío intento por consolarlo de la muerte de la abuelita".
Fanny, que ahora es una hastiada señorita de sociedad, le anuncia a la familia los planes de Polly: trabajar para mantenerse. En mi versión para niños, nadie pone el grito en el cielo por lo que esta jovencita planea hacer en el año 1870 (más o menos): ¡trabajar para vivir! Y no porque en la casa sean pobres, sino porque ella quiere.
Tom, que ahora es todo un dandy, menciona que Polly debería dedicarse a la diversión. Pero no porque sea mujer y qué horror, cómo va a trabajar, sino porque es joven y debe solo pasarlo bien. Fanny lo contradice, y cuando están discutiendo los hermanos, aparece Polly.

Por supuesto, a dar un soplo de aire puro a todo el mundo, a divertirlos con sus  ocurrencias y a contarles lo que va a hacer con su vida. Dará lecciones de música a alumnos de familias pudientes, gracias al parentesco que hay entre su madre y los poderosos Davenport. También les habla sobre la mudanza, y menciona algo muy raro: mientras estaba en el carro que la ayudó a mudarse, "los libros empezaron a deslizarse de los estantes". O sea, ¿no los guardó en una caja para mudarse? ¡Es más floja que yo!
Polly está quedándose en la casa de la señorita Mills, una anciana que no tuvo un centavo hasta los cincuenta años y luego se dedicó a hacer el bien.
Así que Polly se dedicó a trabajar. Después de un tiempo, se sintió muy desgraciada porque sentía que nadie la quería, y en un momento de desesperación, cuando sentía que nada, nada le salía bien (especialmente Tom, que paseó con su novia ignorándola totalmente a ella, pobre Polly), apareció Arthur Sydney como el súper caballero del siglo XIX.

Arthur fue muy dulce con ella, pero nada romántico, eso sí. Pura caballerosidad sin segundas intenciones. Y cuando Polly llegó a casa, se encontró con un problema mucho mayor: una chica conocida de la señorita Mills, Juanita, de apenas diecisiete años, había tratado de suicidarse.
¡Un intento de suicidio en un libro infantil! ¿Cómo pasó la censura? Hasta la insinuación de maltratos más allá de lo evidente, pues la señorita MIlls le dice a Polly que Juanita ha pasado por cosas que Polly ni se imagina. ¿Qué será eso? Yo soy mal pensada.
Pobre Juanita. Polly la consuela y se hacen amigas.
Luego hay una especie de reencuentro entre Polly y Tom. Maude se reúne con ella y el hermano de Polly, Will. Siempre lo hace en domingo, en lugar de pasarlo con su familia.

Antes de irse, sin querer le cuenta a Tom una de sus propias travesuras. Tom se avergüenza, pero no puede (ni quiere) enitar su comportamiento de niñito mimado. Sin embargo, ha hecho cosas buenas por Will, anónimamente, pero de alguna forma Polly igual se enteró.
Después Polly debe participar en un círculo de costura con Fanny y sus amigas. A pesar de la verGúenza que siente, decide hablar sobre Juanita, inspirada (y casi desafiada) por la señorita Mills, que le dice que si no está dispuesta a afrontar un par de sonrisas burlescas por su ideal, entonces no tiene derecho a llamarlo un ideal. Igual dura la señorita Mills.
Las chicas ricachonas del círculo de Fanny acogieron fríamente a Fanny, al principio, cuando habló de la consideración que debemos tener con los pobres.
Polly hubiera sido socialista en estos tiempos, o quizás comunista.
Después de un par de canciones y buenos argumentos, Polly consigue conmover a las adineradas y logra beneficios para su protegida Juanita. Lo que causa más y más molestia en Trix, la novia de Tom, otra de las participantes de ese círculo de costura.
En esos tiempos, Polly se puso en contacto con otras chicas que también se ganaban la vida. Sin embargo, también necesitaba diversión, y llegamos a mi parte favorita del libro. ¡Polly se rebela y se revela!
Una mañana decidió que necesitaba una buena diversión en su vida.
Pobrecita, aunque se alimentara toda una semana de puro pan, iría al teatro o a un concierto. Pero no tuvo que pagar porque Tom le pidió a Fanny que ella y Polly lo acompañaran al teatro.
Polly se tentó y compró adornos para su vestuario. AL oír que Tom decía en voz alta que si ella se arreglara sería devastadora, decide demostrarle lo que puede hacer.
Y queda regia la desgraciá. Siempre fue linda, pero se convierte en una belleza.
La moda de esos años era así:
Aunque me la imagino más así:

A todo esto le faltarían unas flores y un velo en el cabello, o en el sombrero, ni idea. Fanny coquetea como desquiciada, y Arthur Sydney, que se encontró con ellos, se enamora de la dulce Polly, ignorando que Fanny también lo ama. Triángulo amoroso listo, y podemos añadir a Tom que, aunque no declare sentirse atraído por Polly, siempre la encuentra linda y perfecta, causando los celos de su novia oficial, Trix.
Fanny se aleja un poco de Polly después de esto, pero un día no aguanta la curiosidad y la va a visitar. Además, pretende averiguar si Polly tiene algo que ver con Sydney. Encuentra a Polly de lo más tranquila limpiando su casita.
Trata de sonsacarle algo, pero no se anima. Polly la lleva a almorzar donde sus nuevas amigas, chicas trabajadoras: una escultora, una grabadora y después de une a ellos una escritora, de aspecto cansado y tristes ojos.
Polly tiene un círculo de mujeres trabajadoras. Mujeres con un propósito en la vida más allá de manejar un hogar. Y no me hubiera dado nunca cuenta de esto sin haber leído (con mucho esfuerzo) los post de la mejor página de Louisa May ALcott que conozco, www.louisamayalcottismypassion.com (Susan Bailey)
Ella menciona a un autor, Charles Strickland, que en su libro "Domesticidad victoriana: Familias en la vida y el arte de Louisa May Alcott" se refiere a este tema.
Fanny, según el post de Susan Bailey, se siente hastiada de vivir solo pendiente de la moda, del qué dirán y de verse mejor que las amigas. Sin embargo, es muy adinerada. Las amigas de Polly (incluida Polly misma) tienen pocos recursos económicos, deben trabajar para vivir y son mucho más felices. La narradora no dice nada, no se pronuncia sobre cuál de los caminos es mejor, pero para el lector queda clarísimo.
Polly, además, le dice a Fanny que más le valdría encontrar algún trabajo. Si hasta dice que les convendría a esa familia un poquito de pobreza.
Fanny, por su parte, reflexiona en lo auténticas que son estas muchachas trabajadoras, que basan su vida en el ser y no en el parecer, siempre de acuerdo a lo que nos dice Charles Strickland.
Como Fanny no le habla claro a Polly, esta no puede decirle que no siente nada por Sydney. O cree no sentir nada por él (a mí siempre me dio la impresión de que sí), pero de todas formas se da cuenta de lo que siente su amiga y decide cortar por lo sano con Sydney, que se estaba haciendo el encontradizo con ella muchas veces por el parque, y estaba dando de qué hablar (uy, qué escándalo)
Se va por otro camino, pero se siente triste porque lo extraña. Una vez que se arriesga a visitar a Fanny en horas no adecuadas, se entera de que Sydney está con su amiga, y decide aprovechar para volver al parque. Y esta es la parte que más me gusta (también) del libro, porque Sydney llega acezante al lado de ella, al darse cuenta de que estuvo en casa de Fanny.
Pero antes, Polly le dio un discurso muy raro al perro de la casa, Nep: "es muy difícil rechazar el amor cuando se lo desea y no corresponde aceptarlo". Mi traducción quizás esté mala, pero si Polly acepta que desea el amor, entonces quizás esté dispuesta a amar a Sydney, y si Fanny no lo amara, se habría lanzado con todo al ataque.
Bueno, Polly dice que no lo aceptará porque no lo ama de verdad. Porque, aunque pudiera tener una buena vida junto a él, no es suficiente para ella. Valiente Polly.
Sydney entiende la decisión de Polly y desaparece de sus caminos.

Es entonces que Fanny se sincera con Polly y confiesa lo que siente por Arthur Sydney. Además, le agradece por haberlo dejado, pensando que lo hizo por ella. Polly no lo niega, sino que dice "ningún hombre separará a estas amigas". ¡Así que me queda la duda de los sentimientos de Polly!
Strickland también se refiere a esta parte, diciendo que Polly debió elegir entre la moda y el trabajo, eligiendo este último. La gran tentación de Polly.
Pero una tragedia se abalanza sobre los Shaw. El padre pierde el dinero, Tom es expulsado de la universidad con un montón de deudas, y deben mudarse a otra casa más pequeña, minimizar los gastos y Tom decide viajar al Oeste, donde el hermano de Polly, Ned, puede darle una oportunidad de trabajo.
Antes de esto, la familia celebra el cumpleaños de Tom (creo que es el vigésimo, o el vigésimo primero, no me quedó claro)

Tom, sin darse cuenta, había ayudado a preparar su propia torta. Tuvo la suerte de oír un lindo sermón de POlly, que le habla sobre los bienes que recibimos en la vida. Pero se entristece cuando Maude le dice que al parecer, Polly ama a Arthur Sydney.
En el cumpleaños, Tom recibe dos cartas: una de su novia TRix, que le comunica que es ahora la ex-novia (obvio) y otra de Sydney, que le dice que pasó todas sus deudas en su nombre.
Tom se alegra tanto, que besa a Polly, diciéndole que es porque le recuerda a la abuelita. Obviamente Polly se pone de todos colores feliz de la vida.
Tom se va, Polly languidece, y más aún porque cree que Tom se enamoró de otra chica en el Oeste.
Otro triángulo amoroso, dice uno, pero no, porque Tom vuelve un año después, regio estupendo, para enterarse de que Fanny está prometida con Sydney y Polly nunca fue que lo estuvo.

Entonces, después de algunos equívocos sin importancia, Tom al fin se declara y Polly lo acepta.
Tom dice que no entiende como Polly pudo rechazar a Sydney. Polly dice que ella tampoco entiende. Y yo menos.
Y esta fue la chica a la antigua que, como dice la contraportada del libro de Billiken, "mantiene intactas las facetas más ricas y cautivantes de una 'chica moderna'  en la que las lectoras hallarán un estímulo atrayente y simpático para sus propios anhelos de auténtica femineidad.
Ah, Maude, que había jurado casarse con Will, el hermano de POlly, se queda siempre soltera y es la alegría del hogar de sus padres.
Siempre hay una soltera en los libros de Louisa. Esto fue lo primero que me llamó la atención de ella. Aparte de su talento, claro. Pero fue la primera "cosa especial"
Próximo capítulo: ¿Por qué, Polly? ¿Por qué no Sydney?

sábado, 31 de mayo de 2014

Una chica a la antigua

Este es el tercer libro que leí de Louisa. Lo rescaté de una caja olvidada por su dueño en el fondo de una habitación, o quizás lo robé de una estantería donde solo acumulaba polvo y desdén.
Así que cada vez que lo leo me siento culpable.
Es uno de mis libros favoritos. Además, el libro es lindo, ¡muy lindo!


La biblioteca Billiken hacía libros bonitos. A mí, niña chica, me daba gusto mirarlos. Con ilustraciones cuidadosas, firme pero pequeño, ideal para una lectora compulsiva y descuidada. Además, no se volaban con el viento, lo que era muy importante donde yo vivía.
La ilustraciones de Aniano Lisa son preciosas. Yo traté de imitar algunas mientras aprendía a dibujar, claro.
La protagonista es la dulce Polly Milton, una niña de catorce años que viene del campo a pasar unas semanas con su amiga Fanny Shaw, de dulces dieciséis, la afortunada hija de un acaudalado hombre de negocios.
Cuando llega Polly, Nanny no va a buscarla porque llueve, así que el hermano menor de Fanny, Tom, un chiquillo que trata de llamar la atención con un comportamiento insoportable, va por ella.

Polly es tímida, pero no antisocial así que no se hace problema en irse con Tom. Es muy amable con él, pero Tom es medio maléfico, entonces le hace una de sus bromas.
Fanny le recomienda que no se preocupe por él, que su hermano es un caso perdido. Todos lo tratan como caso perdido al pobre, por eso se comporta de esa manera, piensa una, pero antes la gente era así.
Tom hace sufrir a Polly, a Fanny y a la malcriada de Maude, la hermana menor, mientras tratan de hacer melaza una tarde de lluvia. Las cosas no le salen bien, solo consigue un dolor de muelas de antología.

Polly siempre trata de comprender a Tom. Como es una chica de provincia, no le cabe en la cabeza que la gente prefiera tratarse mal antes de quererse, y poco a poco Tom reacciona ante los buenos tratos de ella, aunque de todas formas siempre ama atormentarla. Y es ahí cuando la lectora romántica comienza a tomar calde de cabeza y busca las implicaciones románticas de todo lo que hace Polly con relación a Tom, encontrando bien poco, la verdad. Lo más "emparejable" es cuando Polly, arriesgándose a uno de los enojos de Fanny, se desliza feliz de la vida en un trineo.
Cuando Fanny, en vez de enojarse, piensa que Polly está flirteando con Tom, causa el espanto de la chica a la antigua, la que se niega a seguir divirtiéndose con el muchachín rebelde. Se enojan por un tiempo, pero luego se reconcilian. Tom, gracias a que Polly lo estimula a recitar en voz alta, gana el favor de su padre y un velocípedo


¡Un velocípedo ! Qué cosa más horrorosa

Obviamente que el querido Tom tiene un accidente cuando no hay nadie más que Polly para atenderlo. Y no es que sea demasiada casualidad. La ley de Murphy nos enseña que cuando las cosas pueden salir mal, saldrán peor de lo que nadie pensó.
Tom casi muere y se sosiega un poco. Todos, en general, están más tranquilos por la influencia suave de Fanny. La malcriada Maude es más tierna, la frívola Fanny es más meditabunda y Tom, bueno, no le quedaba otra que tranquilizarse después del accidente.
A pesar de algunas discusiones que han  tenido Fanny y Polly, por las críticas medio crueles que le hace la chica de la ciudad a la campesina, siguen siendo amigas. Pobre Polly, tuvo que aguantar que su amiga quisiera llamarla Marie, que la obligara a estar quietecita todo el día, que no le permitiera jugar con los niños, que la dejara como tercer violín de orquesta cuando andaba con Frank, que la retara por no dejarse levantar o cortar el pelo y agujerearse las orejas, que criticara su ropa, su familia, su manera de pensar, sus actitudes... y aún así Polly siguió siendo su amiga.
Cuando los chicos están más serenos con la vida, aparece el capítulo en que la olvidada abuela de Fanny, la única persona no loca en esa casa, se luce al cien por ciento recordando sus anécdotas de juventud: la fiesta prohibida en un internado, el pseudo ataque de unos ladrones, el saludo de Lafayette y el terrible incidente del veraneo en casa de tía Betsey.
.
La abuela termina ese capítulo leyendo dos cartas acerca de lo cansadora que puede ser la vida de sociedad para las jovencitas.

Sin embargo, después de este remanso de paz y tranquilidad las cosas se estropean. Tom, Maude y Fanny intrusean el baúl de Polly, y lo encuentran lleno de "cosas raras", es decir, regalos que Polly ha hecho con ingenio, amor, ayuda de la abuela, y nada nada de plata. Esto es, porque la dulce Polly se quedó sin dinero al comprar unas botitas bronceadas que Fanny la presionó para adquirir. Bueno, eso fue al principio de la visita. Las botitas eran preciosas, la tentación demasiado grande y Polly es humana.
La dulce Polly se enfureció al ver lo que los tres hacían. Y más aún porque ellos estaban leyendo el diario de vida de la chica, donde criticaba a sus amigos, pero finalmente se criticaba ella misma y prometía no ser tan juzgadora con los otros.
Pese a todo esto, los chicos se reconcilian y la fiesta de despedida de Polly es un éxito, aunque ella se sintiera tan triste por no tener vestidos tan elegantes como Fanny y Maude. Bueno, la tristeza le duró poco, gracias a la amabilidad de Tom y sus locos amigos, la necesidad de entretenimiento de Maude y la caballerosidad de Arthur Sydney, que será bastante importante en el próximo libro.
Polly se va feliz y triste. Feliz por volver a su linda casita, pobre pero honrada, y triste por dejar a sus buenos amigos.
Como regalo de despedida, Tom le da maníes y una foto horrible donde él sale con cara de loco.

Y fin. Lindo.
El libro, aparentemente, es pura dulzura: una niña anticuada del campo viene a pasar unas semanas con su amiga de la ciudad. La familia citadina mejora gracias a la fresca influencia de la chica campesina, y todos son felices para siempre.
Al menos, así lo veía yo antes. Pero Louisa es terriblemente franca en el prefacio. El libro no es solo para divertir, sino para criticar a la "chica de la época en curso" que "parece avergonzarse de las buenas costumbres antiguas que hacen a la mujer verdaderamente bella y homenajeada por el sexo opuesto y, por su intermedio, convierte el hogar en un sitio de ventura donde padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a conocerse, quererse y ayudarse recíprocamente".
Es como si estuviera describiendo a algunas de las niñas de hoy, que parecen avergonzarse de ser consideradas niñas buenas.
Polly, además, tiene una capacidad total de resiliencia. Aguanta las pesadeces de Fanny y de las otras señoritas de sociedad, las maldades de Tom, el estar alejada de su hogar, la indiferencia de los dueños de casa, y todo eso lo convierte en ventajas para ella, haciéndose imprescindible para esas personas. Y con pura dulzura.
Como bien dicen, se cazan más moscas con miel que con hiel.
Hay partes picaronas en en texto, más aún si se considera que es un libro "inocente" destinado a niñas preadolescentes, Las chicas del colegio de Fanny comentan, admiradas, sobre una amiguita de dieciséis años, llamada Carrie, que se fugó con su maestro. Dieron tanto que hablar, y ella era tan feliz con las miradas furibundas que le lanzaba la gente, que el padre tuvo que enviarlos fuera del país.
O sea, si Carrie se fugó con su profesor italiano de música, no fue para cantar juntos. Obvio que la pasaron de lo mejor, lo que nos enseña que no solo las chicas actuales saben escandalizar a la sociedad, jejeje,
Polly, además, se parece un poco a otra heroína tranquila de la literatura anglosajona: a Fanny Price, de Moansfield Park, de Jane Austen. Ambas son tranquilas, no les gustan los escándalos, quieren vivir en paz y les agrada ayudar a los demás. Y lo más importante, se niegan a seguir los dictados de la masa y a obedecer a los demás cuando las quieren obligar a hacer o a admirar lo que consideran equivocado. Fanny nunca quiso participar en una obra de teatro que ella consideraba nefasta, y Polly critica una obra de teatro erótica que viene de París, aunque todo el mundo la encuentra maravillosa.
Polly también es capaz de exigir que la respeten cuando se siente maltratada, como cuando los amigos de Fanny no le hicieron el menor caso en la salida al teatro, excepto Arthur Sydney. Ella dice "un verdadero caballero es educado tanto con una niña como con una mujer". NO por ser chica merece menos respeto.
Y por último, rescato la actitud de Polly frente a los flirteos. Los Shaw estaban acostumbrados a pensar en el flirteo como una broma, una tontería, una idiotez, en cierta forma; pero para ella era serio, por eso se enfureció cuando Fanny creyó que, al jugar con Tom en la nieve, estaba coqueteando con él. También critica a la madre de Fanny, que encuentra chistoso que Maude, de seis años, quiera tener novio e imitar tan rápido a los adultos.
En resumen, el mensaje puede ser DISFRUTA EL MOMENTO.
Buen libro. Me lo re-leí en noventa minutos.

Louisa May Alcott

Una de las primeras escritoras en mi vida.
Creo que nunca le di la importancia que tiene.
Empecé leyendo resúmenes de sus libros (que venían en la biblioteca "Apuntes" de Educación Básica, en el siglo pasado) y me hice fanática.
Gracias a la colección "Zig Zag" leí los otros libros juveniles de ella (y también gracias a un hurto de la colección Billiken de una persona que la tenía olvidada en un cajón)
Los libros comentados serán:
1. Una chica a la antigua
2. Una chica a la antigua se enamora.
3. Ocho primos
4. La juventud de los ocho primos.
5. Jack y Jill
6. Bajo las lilas
7. Los hombrecitos de Jo
8. Hombrecitos
9. Las mujercitas se casan
10. Mujercitas
11. Detrás de la máscara
12. Una guirnalda de flores

Hay mucho, mucho material en la red del noveno y décimo libro, pero poco de los otros. Supongo que ella nunca ha estado muy de moda. En fin.